Ser diferente está bien. CUANDO ME ACEPTO DEJAN DE IMPORTAR LOS JUICIOS DE LOS DEMÁS.
Sacar mi brillo a la luz.
Cóctel diferenciador:
Psicología holística
Mentora cuántica
Coaching
De pequeña me sentía incomprendida, pensaba que todo el mundo estaba en mi contra y no conseguía conectar con las personas ya que me sentía muy diferente, miraba a la luna y creía que venía de otro planeta, de otro lugar. No encajaba para nada en mi familia ni en el colegio ni en ningún lugar, eso hizo que me aislara y sintiera que no merecía amar ni que me amaran.
Me posicioné en el lugar de víctima y siempre vivía desde mis inseguridades, desde la vergüenza, la culpa, el sentimiento de injusticia y la frustración. Me autocompadecía de mí misma y buscaba alguien que me salvara, que me sacara de la oscuridad. Me aferré a las relaciones amorosas porque buscaba ese amor que me faltaba dentro de mi y terminé enredandome en las redes de un psicópata. Después de varios años de sentirme literalmente nula, desprotegida, asustada, loca, con ansiedad y con la autoestima bajo 0 tuve un despertar espiritual y fue entonces cuando empecé a trabajar en mi desarrollo personal. Sabía que cuando aprendiera a amarme sería capaz de dejar a mi pareja y a ir a por lo que realmente me hacía feliz, que es ayudar a los demás. Encontrar mi lado espiritual hizo que dejara de vivir desde el victimismo y empezar a vivir desde el corazón. Aprendí a dominar mis demonios (ego) y a dejar de auto sabotearme para así conectar con mi essencia y aprender a brillar desde la persona que realmente soy. Sé que he nacido para ayudar a otras personas a conectar con su alma y a vivir desde ese lugar, por eso me he formado en inteligencia emocional, coaching, pnl, psicología holística y ahora me identifico como mentora cuántica. Uso herramientas espirituales para sanar traumas, miedos, inseguridades, creencias limitantes y para conectar con la verdad de nuestra alma dejando de lado las energías densas que nos hacen vibrar muy bajo y caer en sentimientos muy desagradables.
HISTORIA DE PODER:
A los 18 años estaba atrapada en una relación que cada día me destruía más. Totalmente desconectada de mí, la vida se convertía poco a poco en el peor infierno. Cada día que pasaba me sentía más confundida. Tenía ansiedad, no podía dormir. Me había vuelto adicta al no amor.
Era una yonki de la marihuana, tenía deudas y no trabajaba. Ell futuro lo veía totalmente negro.
No era feliz. Me sentía destruida, sin fuerza, cansada e inútil. Mi autoestima estaba por los suelos.
Mi sueño era transformar mi relación para mejorar juntos. Crecer, avanzar, cumplir el sueño de crear una familia, tener un negocio juntos y ganar dinero. Ser una pareja ejemplar. Recuperar el amor bonito del principio. Ser felices! Y estar siempre a su lado. A las buenas o a las malas quería superar cada reto que nos traía la vida. No me quería rendir, no quería fracasar en mi relación de pareja.
En ese momento estaba luchando conmigo mismo.
Mi mente me decía una cosa y mi corazón me decía otra. No podía tomar ninguna decisión. Me sentía bloqueada congelada sin poder hacer nada. No me atrevía a tomar la mejor decisión para mí y eso significaba que seguía atrapado en una relación destructiva que cada día iba peor. Y que no sabía cómo salir.
Me negaba a aceptar la realidad. Eso me hacía sentir muy tonta, sin valor, inmadura, influenciable, débil, sumisa y sobre todo cobarde. Me sentía muy triste y conformista.
Toque fondo el día que me mire el espejo. Tenía los ojos muy tristes. Tenía muchas ganas de llorar. Me sentía harta. Desesperada paralizada por el miedo. Hasta que me conecté con una parte de mí que no conocía. Y me dije basta ya se acabó. ¿Puedo cambiar mi vida?¿ Puedo salir de aquí aunque no sepa cómo ni cuánto tiempo me va a tomar?
Conecté con mi alma. Ella sabía que no me estaba haciendo nada bien y así desperté mi conciencia. Toque con la realidad. La realidad era que no me valoraba, no me quería y estaba hundida en un pozo pero había una luz y con esa luz una esperanza.
Mi vida cambió cuando conocí el auto amor y el empoderamiento que nace con el coraje y el orgullo de uno mismo. Empecé a leer libros sobre la ansiedad, sobre las relaciones tóxicas, sobre cómo amarse, cómo cambiar y transformar tu vida y eso me hizo cambiar el patrón que estaba siguiendo hasta ahora.
Lo primero que hice fue leer un libro de mi primera mentora y la empecé a seguir en redes sociales. Compré varios de sus cursos y aprendí muchísimo a través de sus cursos sobre mí misma. Cuando descubrí que merecía amor sano y que yo era capaz de construir la vida que deseo y que quiero vivir empecé a poder tomar decisiones por mí misma con menos miedo.
Con confianza, sabiendo que estaba haciendo lo mejor para mí, para mi salud mental, emocional, física y económica. Como resultado de mejorar mi autoestima, decidí dejar a mi pareja para poder lograr una vida tranquila llena de paz, amor y oportunidades. Pero todavía había un problema, estaba sin trabajo y ahogada por las deudas.
Tenía ansiedad. Creía que iba a caer en depresión, no podía dormir. Tenía muchas creencias limitantes que no me dejaban quererme como merecía.
Pensaba que no podría volver a enamorarme, que nunca iba a volver a sentir lo que sentí por esa persona. Que nadie me iba a querer, que yo no podía sola.
Enfrenté la soledad. Siempre había sido uno de mis mayores miedos y aunque ya estaba por el buen camino, sabía que me quedaba mucho por aprender y por cambiar.
Empecé mi camino de desarrollo personal y creía que era feliz hasta que me di cuenta que tenías estrés post traumático y que no era capaz de ser independiente económicamente ni de encontrar un trabajo con el que poder vivir y pagar mis deudas. Entonces lo que hice fue pedir ayuda. Ayuda psicológica y ayuda económica a mi familia. Eso me permitió sanar. Darme el permiso de tener tiempo para recuperarme y empoderarme mientras seguía mejorando mi autoestima. Lo que esto significó fue que encontré un trabajo que era todo un reto porque me iba a enfrentar cara a cara con la soledad. Era en un pequeño pueblo de 30 habitantes perdido en las montañas.
Y así empiezo a cambiar mi vida pagando algunas de mis deudas y a sentir que yo puedo. Así empiezo a enamorarme de mi soledad y a volverme mi mejor amiga. Allí escribí mi primer libro “Amando un monstruo”, donde cuento toda mi historia con el psicópata narcisista.
Hoy por fin logré una relación de pareja sana, una vida que me hace feliz y tengo trabajo, tengo una relación increíble con mi familia, con mi pareja y con mis amigos. Hoy sé que puedo lograrlo. Hoy sé que puedo crear la vida de mis sueños.
Hoy soy la mejor versión de mí misma que puedo ser con la capacidad y conciencia que tengo en estos momentos. He recuperado la valentía, la confianza, la seguridad, el poder personal que hay en mí. Soy una persona totalmente diferente a la del pasado. Soy mucho mejor que cuando estaba con mi ex. Soy mucho mejor que en toda mi vida en todo mi pasado.
Todos mis deseos se están haciendo realidad. He escrito un libro, he dejado de fumar, no tengo vicios. No tengo malas compañías ni malos hábitos. No tengo discusiones con nadie y lo mejor de todo lo que he conseguido es que ya no me siento pequeñita ni siento que me tengo que defender del mundo. No siento que nadie vaya en contra mía.
Gracias por leerme.